Llega un momento en el que, por las diferentes circunstancias que te rodean, piensas en cambiar de vivienda. Puede que vayas a tener un hijo, estés a punto de casarte o, simplemente, quieras tener una casa con más habitaciones o algún servicio más que los que te proporciona tu domicilio actual.
Cuando llega ese instante y estás pensando en invertir para adquirir una nueva vivienda, destacan, sobre todo, dos posibilidades: comprar un piso a estrenar o, por el contrario, pensar en una casa de segunda mano y realizar una reforma integral de la vivienda para adaptarla completamente a tu gusto y tus necesidades.
En este post vamos a hablarte de las ventajas que puede suponerte empezar una reforma y por qué es una opción mejor que invertir en un piso completamente nuevo.
Ventajas de comprar una vivienda para reformarla
Comprar una vivienda usada con la idea de reformarla, en vez de optar por un piso nuevo, evidentemente, te resultará más barato y te proporcionará un significativo ahorro que podrás emplear en la propia reforma. No se trata de una cantidad pequeña, ya que se estima que, en un piso estándar de 100 metros cuadrados, el ahorro puede rondar los 36.000 euros, gracias a la diferencia en el precio por metro cuadrado. Una cifra nada desdeñable y que podrás invertir en realizar las reformas que creas convenientes para dotar a tu nuevo hogar de una personalidad y un estilo únicos.
Otra de las ventajas la encontrarás a la hora de escoger la zona en la que vas a vivir y se debe a un motivo evidente: la cantidad de obra nueva es considerablemente inferior a la de vivienda usada e, incluso, en algunas zonas puede que ya no sea posible construir edificios nuevos. De esta forma, si tus preferencias geográficas son muy concretas, las opciones de encontrar el piso de tus sueños son mucho mayores entre las viviendas usadas.
Además, a la hora de personalizar tu futuro hogar, poder realizar una reforma integral te garantiza que cada habitación o compartimento estarán diseñados y reformados completamente a tu gusto. Podrás unir habitaciones, cambiar su tamaño, diseñar cada elemento de la cocina o del baño y escoger los materiales que a ti más te gusten para cada componente de la casa. Incluso, podrás optar por materiales que te ayudarán a reducir tu consumo de luz, agua o gas. Una vivienda hecha completamente a tu medida.
Por último, no puedes olvidar que, además de la diferencia en el coste por metro cuadrado, la compra de vivienda usada te proporciona otras formas de ahorro: su venta no está sujeta al mismo tipo de impuestos e, incluso, podrás optar a recibir algún tipo de subvención, que te ayudará en la reforma.
