La variedad en los materiales, el aumento de la demanda y las mejoras en el sector han propiciado que construir una piscina para jardín no sea una idea tan cara ni descabellada. Existen varios tipos de piscina de obra, por eso, antes de elegir la que más te guste para la reforma del jardín, debes saber qué es lo que encaja con este.
Consejos antes de elegir una piscina para el jardín
En primer lugar, se debe planificar concretamente en qué parte del patio se ubicará la piscina. Para ello, lo mejor es colocarla donde más horas de sol reciba, para no pasar frío; donde menos vegetación haya, para evitar tener que limpiarla a menudo, y situarla cuanto más alejada de la casa, de esta forma, se evita la entrada de los olores químicos y el ruido si hay personas descansando. Lo más sensato es seguir los consejos del profesional que vaya a realizar la obra, ya que tendrá en cuenta todo esto y más.
Qué tipo de piscina de obra escoger para la reforma del jardín
Existen muchas categorías de
piscinas y, dentro de estas, mucha variedad. A continuación se enumeran los tipos de piscina de obra y algunas de sus muchas ventajas.
1. Piscina de superficie
Consiste en un modelo de construcción donde la base es el suelo, y la piscina se eleva unos metros sobre este. Los materiales más usados son el hormigón y el gunitado, aunque este tipo de construcciones se suele revestir con madera, o mampostería de piedra, ya que le dan un toque rústico muy llamativo.
Este tipo de piscina de obra está pensado para jardines o terrazas donde no se puede cavar un agujero, pero el resultado es muy bueno. Basta con colocar unas buenas escaleras para acceder a ella para disfrutar de un buen baño. Aunque suelen ser ovaladas o redondas, lo cierto es que la forma se puede escoger sin problemas.
2. Piscinas enterradas
En este caso la obra requiere cavar para construir la piscina, ya que irá prácticamente a ras de suelo. También se usa mayormente el hormigón y el gunitado, debido a su impermeabilidad y durabilidad, además también se pueden adaptar a la forma deseada.
Otro aspecto a destacar es que en las piscinas enterradas se pueden hacer más fácilmente zonas que cubran más o menos. Esta ventaja hace que sea posible la instalación de toboganes o trampolines para disfrutar más. Además, es más accesible para personas mayores, o con algún tipo de discapacidad.
3. Piscinas climatizadas y con cerramientos
Es la mejor manera de disfrutar una piscina, ya que podrás bañarte durante todo el año y en las condiciones climáticas que sean. Además, en verano, la mayoría de cerramientos permiten abrirla para disfrutar del sol. Se puede emplear tanto en piscinas enterradas como de superficie, y los materiales empleados son de mucha variedad: principalmente el cristal para la entrada de luz natural.
Evidentemente, si puedes asumir los costes de un cerramiento siempre será la mejor opción, pero las dos anteriores son igual de válidas para que disfrutes el verano de manera fresca y relajante.